Nota: este artículo aparece en la página diez de la edición de diciembre del 2020, del Boletín Informativo de la Sociedad Histórica de Talent, The Historicale.
El 8 de septiembre del 2020, ráfagas de viento trajeron un cambio repentino e inoportuno que quemaron mi vecindario completo y buena parte del centro de la ciudad. Estoy literalmente peleando con unos cortafuegos del pasado. Mis sentidos ya no tienen acceso a mi hogar, aunque mi mente recuerda cada centímetro de este. Hay un paréntesis parecido al de la muerte en torno a asuntos no resueltos y tareas inconclusas. Con el desalojo de mi casa, lucho por estar ocupada en vez de crear y mantener mi propio nido. Mi relación con las “cosas” van desde la amargura hasta la permisividad cuando reconozco mis necesidades.
Quiero caminar a Ray’s y ver a las personas que conozco. Quiero comprar un tique de lotería ahí. Quiero respirar lo familiar y manejar mi bicicleta con las llantas rosadas fluorescentes en las calles suavemente inclinadas de Talent. Extraño el saludo de mi jardín que indicaba la entrada a mi mundo. Quiero caminar debajo del arco del sauce vivo cerca de la puerta de mi casa que tomó años para trenzar y torcer para darle forma, así como oler la Dafne que planté hace 6 años. Quiero ver los contenedores de botellas de licor reciclado de mis vecinos dejados donde aparcaba el carro. Quiero las caras de mis hijos plasmadas por la cámara llenando las paredes. Quiero entrar a la burbuja delicada del recuerdo mientras hojeo mi álbum de fotos. Quiero escuchar los tambores de África en los tejidos y esculturas que conseguí ahí.
Extraño los proyectos de coser que tenía amontonados a través de los años - vestidos todavía asegurados al patrón que nunca hice, diseños de bordados todavía en el aro, pantalones que necesitaban ser arreglados. Quiero mi investigación histórica al alcance de mis dedos cuando escribo una historia. Quiero la culpa de no hacer lo suficiente con lo que ya tengo y aun así seguir profundizando mi investigación y creando nuevos fólderes. Quiero pintar en un lienzo vacío. Quiero ver a mis nietas adolescentes todos los días y llevarlas a la escuela incluso aunque sean poco comunicativas y hoscas.
Quiero las sábanas del pasado para acostarme. ¿Cómo puedo reemplazar al camisón andrajoso y viejo que usaba para ir a la cama y que de alguna manera siempre terminaba en el suelo por la mañana? Las canastas hechas a mano en cada rincón de mi casa hicieron material combustible perfecto. Aunque hay algo de poético en los diarios y cartas de amor ardiendo en llamas, su pasión (y estupidez) nunca se revelaran - sus recuerdos se quemaron en las hogueras.
Jan Wright vivió en Gangnes Drive en Talent. Después del fuego tuvo suerte de encontrar un lugar para rentar en Medford. Muchos de sus antiguos vecinos se esparcieron desde Portland hasta Ashland o lugares desconocidos.
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